sábado, 31 de mayo de 2014

Trabajo Creativo

Edición de Fotogramas con el Programa Corel Photo Paint X6


Fotograma 1




Fotograma Editado



La imagen la edité siguiendo los siguientes pasos:


  1. Imagen- Reflejar- Horizontalmente.
  2. Ajustar-Tamaño Carta
  3. Cuadro de abajo del pajarito: efectos-creativo-bloque de cristal/objeto-fundido.
  4. Moneda china: mano alzada-efectos-textura-plástico.
  5. Pajarito: efectos-textura-lienzo
  6. Pitillo: efectos-textura-plástico.
  7. Aro cercano a la cruz: efectos-azulejo.
  8. Objeto medio círculo a la izquierda: efectos-transformación de color-psicodélico.
  9. Unión de espejos: efectos-textura-burbujas/transformación de color-solarizar
  10. Cuadro-espejo de abajo: efecto creativo-bloque de cristal.
  11. Mancha luminosa al fondo.
  12. A la izquierda: textura bloque-recorte de máscara.

Fotograma 2



Fotograma Editado



La imagen la edité siguiendo los siguientes pasos:


  1. Imagen- Reflejar- Horizontalmente.
  2. Ajustar-Tamaño Carta
  3. Ajustar-Escala de Grises
  4. Máscara Mano Alzada-Texturas (animales).
  5. Texturas- Lienzos (cintas de los lados)
  6. Plástico (Varitas de madera).
  7. Burbujas (Círculo de arriba a la derecha).

Fotograma 3



Fotograma Editado



La imagen la edité siguiendo los siguientes pasos:


  1. Ajustar-Tamaño Carta
  2. Textura-Plástico (pitillo)
  3. Máscara Mano Alzada-Adoquín (asperza en 100)/Lienzo (con transparencia en 46)/Relieve (en 173)/Tela (estilo collage)/Pared de ladrillo (cuadros de abajo-espejitos).
  4. Trazos Artísticos- Cera Conté (triángilos izquierda)
  5. Efectos -Cámara-Mancha Luminosa (triángulos alrededor del bombillo y cuatro).
  6. Efecto Creativo- Dispersión (cuadro cerca de la mariposa)
  7. Mancha Luminosa (mariposa)
  8. Efectos 3D-Relieve (diagonales)

domingo, 25 de mayo de 2014

A Contraluz




100 ISO, apertura del diafragma f/7,1, velocidad de obturación 1/125 s




100 ISO, apertura del diafragma f/5, velocidad de obturación 1/125 s





400 ISO, apertura del diafragma f/5, velocidad de obturación 1/125 s





400 ISO, apertura del diafragma f/7,1, velocidad de obturación 1/125 s

Fotografía Digital: fondos negro, azul y rojo.


400 ISO, apertura del diafragma f/5, velocidad de obturación 1/125 s


 400 ISO, apertura del diafragma f/6,3, velocidad de obturación 1/125 s



400 ISO, apertura del diafragma f/5, velocidad de obturación 1/125 s


                                 400 ISO, apertura del diafragma f/5, velocidad de obturación 1/125 s

domingo, 11 de mayo de 2014

Manifiesto del Artista II


“Era sed de muchos años retenida en nuestro cuerpo. Palabras encadenadas que no pudimos decir sino en los labios del sueño”. Frida Kahlo

“La intimidad es el último refugio. Si se pierde o se sacrifica, ¿Dónde vas? ¿Qué te queda? ¿Qué haces cuando quieres desaparecer? ¿Dónde te das una pausa?”. Miguel Bosé



Yo era una niña de 9 años, jugaba a las muñecas sólo cuando estaba sola, allí cobraban vida. Por lo general prefería jugar con mis amigos en la calle ciega a: Policía y ladrón, Cero contra por cero, Voleibol, Las brujas, etc. La calle me encantaba, también las casas de Érika y de Johana, siempre estaban solas así que hacíamos desastres, juntas y felices.

Mi casa era increíble: grandísima, con un jardín en la entrada, los árboles tenían alrededor esculturas que jamás he vuelto a ver en árbol alguno, una puerta con vitrales, un garaje, un patio, techo de tejas, un cuarto para mis juegos, un comedor gigante, una cocina de sueños con una ventana preciosa. Sin embargo estaba muy muy abandonada y mis amigas decían que mi casa era una casa de fantasmas. En el jardín tenía árboles frutales y plantas medicinales (mamones, naranjas, limones, guayabas, toronjil, etc). Los niños se metían a robar mamones y mi abuela (tinerfeña) los sacaba a punta de regaños. Así, mi abuela era célebre por su carácter, llamaba la atención a todos, incluso a las madres que delante de ella le pegaban a sus hijos, se los arrebataba de las manos y los consentía. De esta forma recuerdo mi casa y a mi abuela.

En la noche sufría de pánico. Tenía terror absoluto apenas caía la noche. Sentía que no podría dormir jamás, sufría de insomnio (aún me sucede) y no lo podía explicar pero era algo así como que algo malo me tomaría, aunque me cubrieran todos mi seres queridos, aun así siempre habría algún espacio descubierto por el que me alcanzaría el Mal.

Mi casa se llamaba Buenos Aires. Siempre que mi familia iba a mi hogar se decían entre ellos: “¡vamos a Buenos Aires!” Eso evidentemente daba la impresión de que viajarían a Argentina. En mi casa se quedaban todos, había espacio de sobra. Allí se jugaba Bingo hasta tarde, bebían y reían. Generalmente mi gran casa estaba habitada únicamente por mi abuela (distraída, callada, ausente), mi perra, mis muñecas, los fantasmas y yo, así que tener gente en mi casa era sinónimo de felicidad.

Recuerdo que volaba en el pasillo, en mis tardes solitarias, llenas de muñecas, y no sólo lo evoco como un juego, es tan real como cualquier otro recuerdo: yo volaba. Me acuerdo cuando me elevaba con mis pies sucios y sudados, en mis cholitas ortopédicas, recuerdo sentir mi bata rota y casi transparente en mis manos sudadas y sucias, apretarla en mis manos con algo de miedo, luego, arriba, tocar el techo con mi cabeza, suave, sin golpes, poco a poco me manejaba en el aire y veía el piso lejos. Tocaba las mariposas en el techo, esas grandes que asustaban a mi madrina, negras y peludas, las quitaba de allí sin necesidad de escoba, ya no la asustarían…  un ligero toque con mi dedo y se iban a otro lado. Yo me sentía como ellas: fea, voladora, peligrosa… a mi no me asustaban, pero las quitaba además para que no las mataran a escobazos.

Una vez me contaban un cuento mi tía Chapi (estudiante entonces de Letras) y mi tía Chichi (estudiante para aquel tiempo de Economía), no sé de qué se trataba, yo estaba en mi ataque de pánico extremo, callada, sin decir nada… Una de las dos cerraba la narración con la frase: “he allí la paradoja…” y en ese momento sentí que no podía más con el miedo y comencé a gritar y llorar. Ellas me abrazaban insistiendo en que la paradoja no me haría daño, que no era un animal ¡ni mucho menos un monstruo!!!  Yo no estaba así por la “paradoja”, era mi estado natural de las noches, pero ellas todavía se ríen de mi y preguntan si le temo a la susodicha…

Tenía 9 años entonces, cuando mi tía Chichi (lo más parecido a una mamá para mi) contrae matrimonio y se va. Igual estaba poco en casa pero dormía en las noches abrazada a mi, me acariciaba, me compraba juguetes y me llevaba a pasear a veces. Así que mi depresión fue inmensa cuando ella se fue. Antes de irse me preguntó qué quería estudiar, no en un futuro, ya, ella me lo pagaría. Yo sonriendo pero con lágrimas le pedí que me inscribiera en “Artes Plásticas”.

Era la más pequeñita del salón de pintura y me llamaban Vincent (por Van Gogh). No me faltó nada, todo lo que necesitaba para crear mi tía me lo compraba. En la escuela era la artista, todo estaba hecho por mi: carteleras, ofrendas a la virgen, los recuerdos de la canonización del padre Enrique…

En la adolescencia me cambiaron al Museo Jacobo Borges y llegó a ir a mi clase ese pintor, estaba muy emocionada. Pintar para mi no era sinónimo de una profesión, carrera, negocio (quería ser maestra de niños): pintar para mi era mi vida, mi disfrute, mi alegría. Mi casa, mi entorno, mi cuarto, todo era mi museo, aunque casi nadie fuera a él.

El tiempo fue pasando, mi abuela regresó a su país: España y yo me mudé al apartamento de soltera de una de mis tías, con tan solo 12 años. El terror era inmenso de noche, pero poco a poco se fue; ya no estaba en la casa de los fantasmas, así que las luces encendidas apaciguaban el miedo.

Cuando me sentía sola llegué a invitar a amigos, hacíamos fiestas bebíamos y reíamos, sin embargo pronto me di cuenta de que el pasado familiar no podría regresar y, estar sola no era tan malo, así que comencé a disfrutar más mi soledad. Pude haber quedado en estado siendo niña, ser drogadicta o alcohólica, sufrí abandono del bravo, pero ya yo había conocido algo maravilloso: el arte y nada me llenaba igual.

Ya Hora Hís, la artista, había nacido, a los nueve años, y pude probar muchas cosas, pero nada fue igual que el arte. El teatro, la danza, la pintura, ya forman parte de mi. Como espectadora, como creadora, como partícipe, no importa, ya las artes están en mi y son mías sin importar que mis obras no estén en galerías. Mi arte es mi refugio, mi guarida. Mi casa se viste de bosque cuando quiero, mi baño tiene grandes insectos en el techo, mi sala es un jardín de muñecas, mi escuela ha llegado a ser un mar (hecho en conjunto con mis niños) y, realmente no me importa que socialmente pase desapercibida como artista (en mi comunidad soy totalmente reconocida como "la profe. de artes de los niños"), más allá de eso está el hecho de que ningún título en el mundo puede darme lo que ya por esencia soy, nací así, sensible hasta los tuétanos, por error, por abandono, por traumas, por miedo, por alegría, por disfrute…  ¿Qué tuvo más peso? No sé… Llegué a las artes por soledad y deseos de expresión y aquí me quede, y de aquí nadie me saca.

Sería como borrar mi nombre, sería como quitar mi sangre. Todos somos creadores, yo tomé el pincel y pinté mi vida, y la sigo pintando a veces con muchos errores, pero está bien, de los errores aprendemos y con los errores crecemos.

Ser artista para mi es aceptar la vida que tenemos pero cambiar lo que no nos gusta, lo más que podemos, para sentirnos a gusto aquí. Ser artista para mi es pintar el bosque que quiero en mi entorno, verde y con flores, aunque fuera de casa hayan carros y contaminación. Es beber para prender la chispa de la creación no para hundirme en la tristeza. Es bailar para celebrar la vida, es actuar para vivir mil vidas, porque hay fuerza para trescientas vidas y más en mi.

Ser artista es drenar mi hiperactividad, es menguar mi rabia, es frenar mi violencia, es reír y llenarme la boca de barro y pintura, comerlo con mi arepa, para no levantarme a lavarme, porque no quiero perder el tiempo en eso. Es perder mi ropa todas las semanas llena de abrazos de colores de niños que a su vez pierden el miedo a mi lado, que ven a una tía en mi, que no se va, que no se marcha, que siempre está allí.



 Yo, a los 9 años, en mi cuarto.








Yo, en mi apartamento actual, mi refugio.












sábado, 3 de mayo de 2014

EL AMATEURISMO COMO BANDERA. BULLSHITTERS Y PREDICADORES.

El conocimiento no está en nuestra cabeza, sino entre nosotros. Emerge desde el pensamiento público y social, porque la conversación y el conocimiento social derivado de ella nunca finalizan.
Weinberger

La autoeducación, estoy convencido, es el único tipo de educación que existe.
Isaac Asimov


El término Web 2.0 incluye aquellos sitios Web que facilitan el compartir información en la World Wide Web. Así, los usuarios dejan de ser usuarios pasivos para convertirse en usuarios activos, que participan y contribuyen en el contenido de la red siendo parte de una sociedad que se informa, comunica y genera conocimiento.
Hago una comparación con lo que definía Isaac Asimov (escritor y bioquímico estadounidense, nacido en Rusia, en 1920) como BGC o Biblioteca Global Computarizada:

El progreso del conocimiento humano podría estar llegando a su conclusión debido a su propio éxito superlativo (…) se registrará cada vez más información en microfilmes y aumentará la información disponible por ordenador (…) los seres humanos tendrán que decidir qué información será introducida (…) todas las computadoras serán capaces de recuperar información, así como de informar cualquier tema (…) No hay peligro de que esto acabe con el sector de las publicaciones, que simplemente cambiará su modo de trabajo. Es más: es muy posible que con este cambio adquiera más importancia de la que tiene ahora (…) Un mundo de personas que estarán siendo educadas de acuerdo con su propia dirección y ritmo construirá un fenómeno intelectual increíble con distintas áreas de interés.

Este escritor divagaba, anticipándose muy tempranamente a todo lo que ahora se cuestiona acerca de la Web 2.0, viendo para entonces innumerables beneficios en torno a nuestro progreso intelectual.
Romani y Kuklinski (2007), analizan la política de la Web 2.0, cuestionando las ideas de corto alcance que genera, debido al protagonismo de amateurs y, sobre todo, de charlatanes. Evocan críticas como aquellas que declaran que la Web 2.0 funciona bien para crear comunidades pero no para aportar contenidos de calidad.
La Wikipedia, por ejemplo, tiene graves imprecisiones generadas a raíz de su libertad editorial. Los autores afirman que el amateurismo colectivo aumenta este ruido en la red.
Yo pienso que no sólo los profesionales y editores tienen derecho de producir información, emitir conocimiento y compartir contenidos en la industria cultural, ya que existe mucha gente culta, no profesional, capaz de transmitir conocimientos resaltantes incluso hasta para los más estudiados.
Gracias a estos avances, tenemos aulas virtuales, nuestros blogs, comparto experiencias con mis amigos de Facebook e incluso tengo un canal en Youtube.
Ya se anticipaba Asimov (y muchos pensaban que estaba loco):

Llegará el día en que cada ser humano tendrá un canal de televisión específico que podrá ser sintonizado por un dispositivo computarizado, que será su conexión con el conocimiento acumulado del mundo. La sintonización podrá realizarse desde cualquier lugar, ya que la gente podrá llevar consigo un dispositivo portátil. Se podrá preguntar (por la dirección de un camino, por ejemplo) y recibir la respuesta por medio de una voz o de un texto escrito.

Por supuesto, considero que en muchos sitios Web debería existir una edición de lo que se expone para evitar la distorsión que pueda ocasionar cualquier charlatán. No obstante, los investigadores sabemos que debemos recurrir a diversas fuentes para descubrir la más apropiada y verificar la legitimidad de lo que se estudia.
Bien lo expresan Romani y Kuklinski (ob. cit.):

Ni los editores son los protectores de nuestra cultura (…) ni los contenidos de la Web 2.0 son la revolución mediática que liberará a los ciudadanos de los intermediarios, construyendo mejores sociedades. Es incorrecto juzgar a toda la producción Web 2.0 como amateur, cuando se trata más de una plataforma posibilitadora, donde conviven múltiples modelos de producción.

En cuanto a la propiedad intelectual, si creo que es terrible que se despojen las ideas ajenas, teorías, tratados, literatura y más,  pero toda persona que considere que su aporte cultural es de gran relevancia, puede recurrir a su registro. De esta manera se podrá difundir el trabajo destacando a su autor obligatoriamente.
Siempre deberíamos compartir información con previa autorización del dueño de la misma y, en dado caso de que sea material intelectual, artístico, etc. necesariamente se tiene que destacar al creador.
Por causa de este intercambio comunicativo también se propagan virus y hay robo de datos e identidades. Son algunas de las desventajas de esta tecnología.





(Imagen: Asimov ilustrado por Rowena)




BIBLIOGRAFÍA

Asimov  (1996). Crónicas del futuro. Girona: Tikal
Romani y Kuklinski (2007). Planeta Web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food.
            México: Universitat de Vic

http://es.wikipedia.org/wiki/Web_2.0

TEORÍA DE LA DERIVA


"Uno debería ser siempre un poco improbable"
Oscar Wilde

Guy Debord, quien escribe el texto que analizamos, fue un revolucionario, filósofo, escritor y cineasta francés  que nació en 1931 y murió en 1994. Su nombre completo era Guy Ernest Debord.
Debord se apoyaba en las teorías de Karl Marx y entre los pensadores marxistas, Georg Lukács cuenta entre los que más influenciaron a Debord para sus escritos teóricos.
Debord fue uno de los fundadores de la Teoría Internacional Letrista (1952-1957) y de la Teoría Internacional Situacionista, entre cuyos principales objetivos estaba el de acabar con la sociedad de clases por ser un sistema opresivo y el de combatir el sistema ideológico contemporáneo de la civilización occidental: la llamada dominación capitalista.
La deriva es un concepto principalmente propuesto por el situacionismo. En francés la palabra dérive significa tomar una caminata sin objetivo específico. Guy Debord quería establecer una reflexión sobre las formas de ver y experimentar la vida urbana dentro de la propuesta más amplia de la psicogeografía. Esta última es también una propuesta principalmente del situacionismo en la cual se pretende entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas. Una de las estrategias más conocidas de la psicogeografía, es la deriva. Con ella Guy Debord plantea que en vez de ser prisioneros de una rutina diaria, hay que seguir las emociones y mirar a las situaciones urbanas de una forma nueva radical.
La deriva, según lo plantea Debord en el texto que analizamos, es una “técnica de pasos ininterrumpidos a través de ambientes diversos. El concepto de deriva está ligado indisolublemente al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográfica y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo que la opone en todos los aspectos a las nociones clásicas de viaje y paseo”.
“Entregarse a la deriva” se trata de renunciar a la vida normal, para concentrarse en las solicitudes del terreno, dejarse llevar. Debord evoca un caso de fracaso de deriva, o deambular sin rumbo, en 1923, cuando un grupo de surrealistas partieron de una ciudad elegida al azar. Él señala que “es evidente que vagar en campo raso es deprimente y que las interrupciones del azar son allí más pobres que nunca”.
Se puede derivar en solitario, pero Debord recomienda que se haga en grupos de dos o tres personas que compartan más o menos el mismo estado de conciencia. Con más de cuatro o cinco participantes, “el carácter propio de la deriva decae rápidamente”.
Yo por mi parte todas las noches entro en una deriva profunda: todas las noches sueño. Deduzco que derivo en el momento en que supuestamente nuestro descanso es más profundo y soñamos. Pero creo que eso de que el descanso es profundo es relativo ya que, a veces siento que por haber soñado tanto me despierto realmente cansada. Navego, vuelo con o sin aparatos, camino, corro, etc.  Recuerdo perfectamente los lugares que visité, las personas que conocí, raras veces tengo pesadillas, no obstante, cuando las tengo son terribles porque realmente se mezclan con la realidad: no puedo respirar ni moverme y creo que moriré.
Recuerdo también que en mi adolescencia tuve una etapa en la que derivé en solitario: simplemente no quería ir a la escuela y me dejaba llevar en autobuses que iban en dirección contraria, conocía lugares nuevos, barrios o sitios naturales a los que nunca había ido. Era toda una experiencia debido a que generalmente me encerraba mucho y salía poco con mi familia, así que esto se convertía en mi conexión con el exterior, como observadora (pasiva y/o activa, según las circunstancias). Recuerdo que por experiencia descubrí que no podía aparentar ser una “turista”, por mi seguridad, ni demostrar estar perdida. Tampoco me permitía preguntar por zonas o ni siquiera por el lugar donde tomar el autobús de regreso a casa; me daba miedo dar a entender que estaba extraviada así que todos los problemas de direccionalidad los resolvía sola.
En mi vida nunca quiero perder el control de nada, todo lo quiero tener excesivamente controlado: no tengo jefes, me hago escuchar cuando se me invade mi espacio, me alejo de lo que siento que me daña, me refugio en un mundo creado por mi y para mi: mi casa. Y a mi trabajo con los niños le llamamos La Cuevita. Son lugares en donde la seguridad reina y sé que no lo siento así yo sola, ya que los que comparten el espacio conmigo insisten en que se sienten “felices y seguros”. No controlo lo ajeno, respeto el espacio de los demás, pero el mío es sencillamente mío. Entonces algo que me sorprende es que al ser obligada a ir a la escuela y sentirme inconforme allí, prefería descubrir nuevos horizontes aún sin tener el control de nada a mí alrededor, sólo de mis decisiones en torno al recorrido geográfico. A veces me iba bien, pero otras veces corrí peligro, lo cual no representó motivo alguno para frenar mi deriva, hasta que me cambiaron de escuela, claro y me sentí feliz de seguir estudiando.
Debord señala que el espacio de la deriva será más o menos vago o preciso dependiendo de que se busque el estudio del territorio o emociones desconcertantes. También plantea que la extensión máxima del espacio de la deriva no excede el conjunto de una gran ciudad y sus afueras (yo llegué a salir de Caracas). La extensión mínima puede reducirse a una unidad pequeña de ambiente: un barrio, o bien una manzana.
Sé que lógicamente mi intención no fue ir a la deriva enmarcada en la teoría situacionista, yo sólo evadía mi realidad conociendo otras existencias, en donde, si bien tenía poco control, me sentía más libre y dueña de mi destino. En donde las circunstancias (lluvia, sol, lejanía, terreno estable o inestable, etc.) me afectaban o facilitaban la aventura pero la que tenía el timón era yo.
Irónicamente también se relacionaba con mi renuencia a aceptar todo aquel sistema de opresión que imponía mi escuela: confesiones y misas recurrentes, silencio, evaluaciones que consideraba sin sentido, etc. Obvio que no había leído entonces a Marx ni conocía a Debord, no obstante siempre estuve en contra de aquello que representara alguna imposición.
Generalmente nos sentimos a la deriva, difícilmente tenemos el control de todas las situaciones, sin embargo es agradable que podamos descubrir nuestro entorno y reaccionar ante él bajo nuestra propia directriz. Se trata de vivir nuestra vida, con todos sus vaivenes y oscilaciones,  autodirigidos, simplemente dejándonos llevar, dejando de ser prisioneros de la rutina, descubriendo los efectos y las formas del ambiente geográfico en nuestras emociones y comportamientos.
Evidentemente no todos pueden lograr derivar de esta manera, por razones de subsistencia, muchos considerarían esto una locura y pérdida de tiempo o, como diría mi mejor amiga: “es no tener los pies bien puestos sobre la tierra”. Yo, aunque sea en las vacaciones me dedico a derivar conscientemente, no totalmente con el sentido de Debord, que bien se opone a las nociones clásicas de viaje y paseo (enfocándose más bien en un comportamiento lúdico-constructivo), pero si por disfrute.




BIBLIOGRAFÍA

http://www.ugr.es/~silvia/documentos%20colgados/IDEA/teoria%20de%20la%20deriva.pdf

http://es.wikipedia.org/wiki/Guy_Debord

Alaridos Plásticos

El taller de arteterapia Alaridos Plásticos es dictado por la profesora y artista plástico Hora Hís, los sábados a las 10 de la mañana en el...