Arte, Aprendizaje y Ética
Aristóteles nació en Macedonia en el
384 a. C., desde esa época para acá sus principios han sido
fuertemente seguidos y estudiados hasta que, a fuerza de constancia,
ya muchos forman parte de nuestro sentido común. Fundó una escuela
de filosofía que recibió el nombre de Liceo. Durante años
permaneció al frente de su escuela, así que se encargó de educar
de acuerdo a sus dogmas a muchas personas. También escribió
montones de libros.
La principal obra que someramente
analizamos aquí es la Filosofía Primera o Metafísica de
Aristóteles. Hay que tomar en cuenta que él, a diferencia de
Platón, esboza una metafísica de la belleza y analiza la función
del arte en la sociedad.
Los procesos cognoscitivos para
Aristóteles resultan necesariamente “grados de conocimiento”. En
el libro Metafísica, se plantea que los momentos o grados de conocimiento
son seis:
- Sensación.
- Memoria.
- Experiencia.
- Concepto Universal.
- Arte.
- Ciencia.
Según el filósofo la memoria se
vincula con el aprendizaje (algo que a mi, particularmente, me parece
lógico y lo comparto). Pero él insiste en que no todos los animales
dotados de memoria pueden aprender: “son capaces de aprender los
que, además de memoria tienen sentido del oído” (!!!). Esto me
parece tan extraño, verdaderamente no puedo compartir su opinión al
respecto.
El arte, explica Aristóteles, surge a
partir de muchas experiencias: “de muchas experiencias unificadas
por el entendimiento nace el arte” (ob. cit.).
Las “artes útiles” son las que
modifican las cosas para conseguir un provecho o para satisfacer una
necesidad material. Las “bellas artes”, son las que, al cambiar
los objetos, pretenden procurar placer estética y llenar exigencias
espirituales.
La arquitectura para este filósofo es
simple “arte utilitaria”. En el libro VI (ob. cit.) divide todo
conocimiento intelectual en tres especies:
- Práctico.
- Poético.
- Teórico.
Las “bellas artes” producen placer,
gozo y alegría. El hombre es quien las produce: “esto es lo que
nos diferencia de los demás animales”.
Por otro lado, la sustancia (o
substancia), está relacionada con el Ser. Es lo que
“sub-está”, no es visible ni aparente, pero sirve de soporte a
las apariencias. La sustancia está detrás de lo que se ve de las
cosas, de su apariencia.
Un ser recibe su configuración de la
forma, y es que, todo ser es un ser formado. La forma
no es la imagen visual. “La forma es el principio que
determina cualitativamente al ser y a consecuencia de la cual el ser
es lo que es”.
Sin embargo, la forma sola no puede
hacer que un hombre sea hombre, porque es siempre una noción
universal. Para llegar a la sustancia concreta se hace necesaria la
materia. Todo cuanto existe en el espacio y en el tiempo es
compuesto de materia y forma, pero éstas no existen
separadamente, sino como una unidad que hace real a la sustancia.
En cuanto a la ética,
Aristóteles señala en su libro Metafísica, que se refiere a
que el hombre actúa (o debería actuar) tendiendo siempre a alcanzar
algún bien. Habla de que siempre debemos examinar cuál es el “sumo
bien” y en qué consiste el “bien supremo”.
Arisróteles comenzó su famoso tratado
Metafísica con la siguiente afirmación: “Todos los hombres
desean conocer por naturaleza. Un indicio de ello es el placer con el
que tomamos los sentidos”.
Para Aristóteles el conocimiento se
obtiene a través de los sentidos, es decir, por medio de la
experiencia, con la cual también se producen las artes.
Si bien Aristóteles dio grandes
aportes en cuanto a tantos aspectos como la política, las artes, las
ciencias del aprendizaje y la cognición, apruebo que sus principios
en torno a la obtención del conocimiento por medio de los sentidos
haya sido la base para muchas teorías del aprendizaje, y es que yo
también creo firmemente que un aprendizaje, a través de la
experiencia, es un aprendizaje significativo, pero debo decir que,
por otro lado, estoy totalmente en contra de su visión de los
animales como seres inferiores o esclavos. Esta visión es influyente
en este tema, no está aislada ni intento encajarla a la fuerza con
este contenido. Y me apoyo en que si sus aportes en general fueron
transmitidos y estudiados de generación en generación, formando
incluso parte de nuestro sentido común, hay importantes aportes,
claves para nuestra visión de la vida, pero hay otros peligrosos y
nefastos aportes que han influído en la visión de otros seres con
desprecio, racismo, especismo y sexismo. Así que no puedo seguir
ciegamente sus teorías sin ser crítica.
Es poco ética la realización de
experimentos con animales no humanos, también en el área educativa,
no obstante desde un punto de vista aristótelico no lo sería, ya
que “ellos son nuestros esclavos”. Las ratas de laboratorio,
perros y palomas son usados en investigaciones relacionadas con
nuestro aprendizaje (a pesar de que nosotros supuestamente tenemos
más almas que ellos, aún así, irónicamente y a la fuerza,
intentan generalizar las teorías hacia nuestra especie), incluso
basándose en los principios del aprendizaje a través de los
sentidos.
Siempre, siglo tras siglo, hemos hecho
uso de nuestra supuesta superioridad para tener esclavos (llámense
animales, negros, indígenas, mujeres, la naturaleza en general...) y
sólo basta que algún ser se vea impedido de alguna manera, que lo
utilizamos.
Conocemos sobre ética pero no lo
aplicamos siempre, nuestra ética no tiene un amplio radio de acción,
tiene marcados límites, tal como nuestra compasión: NO SOMOS ÉTICOS
CON TODOS. Y, aunque por un lado señalamos que los animales no
aprenden igual que nosotros, no tienen “logos” y por ende no
están a nuestra altura intelectualmente ni de ninguna manera, por
otra parte los usamos, sin importar todas esas diferencias para
obtener información sobre “nuestras maneras de aprender”.
Leí en un libro de Tarpey (2000),
experto en el área de aprendizaje animal y profesor de Psicología
en la Universidad de Bucknell, que se utilizan animales en la
investigación del aprendizaje “porque con ellos se pueden realizar
experimentos controlados que no podrían hacerse con sujetos humanos,
porque estos son demasiado inteligentes o porque, desde un punto de
vista práctico y ético (!!!), no sería apropiado”.
Entonces, el asunto de la ética es un
problema serio y delicado, afortunadamente los tiempos van cambiando,
los animales cada vez tienen más derechos y más gente que los
defienda y que están en contra de seguir esclavizando (e incluso
torturando) a seres inocentes, bajo el único supuesto de que son
“inferiores a nosotros”.
Además, creo que la las “sustancias”
de muchos animales no humanos y de los seres vegetales, aún no
teniendo todas esas almas que según Aristóteles nos caracterizan,
son sustancias más “éticas”, entendiendo que todo a nuestro alrededor tiene sustancia y definiendo la ética como la define nuestro mencionado filósofo: “el alcance del sumo bien”. ¿O es que en verdad sólo los seres humanos tienen ética?
Resulta que estos “seres inferiores” a quienes yo misma califico con más ética,
si matan, lo hacen por hambre, instinto o defensa. A nosotros por lo
general nos mueven las ansias de poder, e incluso, en función de
nuestra “ética” cometemos los crímenes más atroces y los
abusos más despiadados que se puedan cometer. La mayoría de las
veces estos crímenes son totalmente legales.
Bibliografía
Albornoz, José (1985).
Nociones Elementales de Filosofía. Valencia: Vadell Hermanos
Editores.
Aristóteles (2006).
Poética. Caracas Monte Ávila Editores.
Tarpy, Roger (2000).
Aprendizaje: Teoría e Investigación Contemporáneas. Madrid: Mc
Graw Hill
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