sábado, 5 de abril de 2014

Aristóteles II

Arte, Aprendizaje y Ética

Aristóteles nació en Macedonia en el 384 a. C., desde esa época para acá sus principios han sido fuertemente seguidos y estudiados hasta que, a fuerza de constancia, ya muchos forman parte de nuestro sentido común. Fundó una escuela de filosofía que recibió el nombre de Liceo. Durante años permaneció al frente de su escuela, así que se encargó de educar de acuerdo a sus dogmas a muchas personas. También escribió montones de libros.
La principal obra que someramente analizamos aquí es la Filosofía Primera o Metafísica de Aristóteles. Hay que tomar en cuenta que él, a diferencia de Platón, esboza una metafísica de la belleza y analiza la función del arte en la sociedad.
Los procesos cognoscitivos para Aristóteles resultan necesariamente “grados de conocimiento”. En el libro Metafísica, se plantea que los momentos o grados de conocimiento son seis:
  1. Sensación.
  2. Memoria.
  3. Experiencia.
  4. Concepto Universal.
  5. Arte.
  6. Ciencia.
Según el filósofo la memoria se vincula con el aprendizaje (algo que a mi, particularmente, me parece lógico y lo comparto). Pero él insiste en que no todos los animales dotados de memoria pueden aprender: “son capaces de aprender los que, además de memoria tienen sentido del oído” (!!!). Esto me parece tan extraño, verdaderamente no puedo compartir su opinión al respecto.
El arte, explica Aristóteles, surge a partir de muchas experiencias: “de muchas experiencias unificadas por el entendimiento nace el arte” (ob. cit.).
Las “artes útiles” son las que modifican las cosas para conseguir un provecho o para satisfacer una necesidad material. Las “bellas artes”, son las que, al cambiar los objetos, pretenden procurar placer estética y llenar exigencias espirituales.
La arquitectura para este filósofo es simple “arte utilitaria”. En el libro VI (ob. cit.) divide todo conocimiento intelectual en tres especies:
  1. Práctico.
  2. Poético.
  3. Teórico.
Las “bellas artes” producen placer, gozo y alegría. El hombre es quien las produce: “esto es lo que nos diferencia de los demás animales”.
Por otro lado, la sustancia (o substancia), está relacionada con el Ser. Es lo que “sub-está”, no es visible ni aparente, pero sirve de soporte a las apariencias. La sustancia está detrás de lo que se ve de las cosas, de su apariencia.
Un ser recibe su configuración de la forma, y es que, todo ser es un ser formado. La forma no es la imagen visual. “La forma es el principio que determina cualitativamente al ser y a consecuencia de la cual el ser es lo que es”.
Sin embargo, la forma sola no puede hacer que un hombre sea hombre, porque es siempre una noción universal. Para llegar a la sustancia concreta se hace necesaria la materia. Todo cuanto existe en el espacio y en el tiempo es compuesto de materia y forma, pero éstas no existen separadamente, sino como una unidad que hace real a la sustancia.
En cuanto a la ética, Aristóteles señala en su libro Metafísica, que se refiere a que el hombre actúa (o debería actuar) tendiendo siempre a alcanzar algún bien. Habla de que siempre debemos examinar cuál es el “sumo bien” y en qué consiste el “bien supremo”.
Arisróteles comenzó su famoso tratado Metafísica con la siguiente afirmación: “Todos los hombres desean conocer por naturaleza. Un indicio de ello es el placer con el que tomamos los sentidos”.
Para Aristóteles el conocimiento se obtiene a través de los sentidos, es decir, por medio de la experiencia, con la cual también se producen las artes.
Si bien Aristóteles dio grandes aportes en cuanto a tantos aspectos como la política, las artes, las ciencias del aprendizaje y la cognición, apruebo que sus principios en torno a la obtención del conocimiento por medio de los sentidos haya sido la base para muchas teorías del aprendizaje, y es que yo también creo firmemente que un aprendizaje, a través de la experiencia, es un aprendizaje significativo, pero debo decir que, por otro lado, estoy totalmente en contra de su visión de los animales como seres inferiores o esclavos. Esta visión es influyente en este tema, no está aislada ni intento encajarla a la fuerza con este contenido. Y me apoyo en que si sus aportes en general fueron transmitidos y estudiados de generación en generación, formando incluso parte de nuestro sentido común, hay importantes aportes, claves para nuestra visión de la vida, pero hay otros peligrosos y nefastos aportes que han influído en la visión de otros seres con desprecio, racismo, especismo y sexismo. Así que no puedo seguir ciegamente sus teorías sin ser crítica.
Es poco ética la realización de experimentos con animales no humanos, también en el área educativa, no obstante desde un punto de vista aristótelico no lo sería, ya que “ellos son nuestros esclavos”. Las ratas de laboratorio, perros y palomas son usados en investigaciones relacionadas con nuestro aprendizaje (a pesar de que nosotros supuestamente tenemos más almas que ellos, aún así, irónicamente y a la fuerza, intentan generalizar las teorías hacia nuestra especie), incluso basándose en los principios del aprendizaje a través de los sentidos.
Siempre, siglo tras siglo, hemos hecho uso de nuestra supuesta superioridad para tener esclavos (llámense animales, negros, indígenas, mujeres, la naturaleza en general...) y sólo basta que algún ser se vea impedido de alguna manera, que lo utilizamos.
Conocemos sobre ética pero no lo aplicamos siempre, nuestra ética no tiene un amplio radio de acción, tiene marcados límites, tal como nuestra compasión: NO SOMOS ÉTICOS CON TODOS. Y, aunque por un lado señalamos que los animales no aprenden igual que nosotros, no tienen “logos” y por ende no están a nuestra altura intelectualmente ni de ninguna manera, por otra parte los usamos, sin importar todas esas diferencias para obtener información sobre “nuestras maneras de aprender”.
Leí en un libro de Tarpey (2000), experto en el área de aprendizaje animal y profesor de Psicología en la Universidad de Bucknell, que se utilizan animales en la investigación del aprendizaje “porque con ellos se pueden realizar experimentos controlados que no podrían hacerse con sujetos humanos, porque estos son demasiado inteligentes o porque, desde un punto de vista práctico y ético (!!!), no sería apropiado”.
Entonces, el asunto de la ética es un problema serio y delicado, afortunadamente los tiempos van cambiando, los animales cada vez tienen más derechos y más gente que los defienda y que están en contra de seguir esclavizando (e incluso torturando) a seres inocentes, bajo el único supuesto de que son “inferiores a nosotros”.
Además, creo que la las “sustancias” de muchos animales no humanos y de los seres vegetales, aún no teniendo todas esas almas que según Aristóteles nos caracterizan, son sustancias más “éticas”, entendiendo que todo a nuestro alrededor tiene sustancia y definiendo la ética como la define nuestro mencionado filósofo: “el alcance del sumo bien”. ¿O es que en verdad sólo los seres humanos tienen ética?
Resulta que estos “seres inferiores” a quienes yo misma califico con más ética, si matan, lo hacen por hambre, instinto o defensa. A nosotros por lo general nos mueven las ansias de poder, e incluso, en función de nuestra “ética” cometemos los crímenes más atroces y los abusos más despiadados que se puedan cometer. La mayoría de las veces estos crímenes son totalmente legales.

Bibliografía

Albornoz, José (1985). Nociones Elementales de Filosofía. Valencia: Vadell Hermanos Editores.
Aristóteles (2006). Poética. Caracas Monte Ávila Editores.
Tarpy, Roger (2000). Aprendizaje: Teoría e Investigación Contemporáneas. Madrid: Mc Graw Hill



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